martes, 25 de mayo de 2021

REVOLUCIÓN DEL 25 DE MAYO DE 1810

 

La mañana del 25 de mayo de 1810, un grupo de criollos, reunidos en un cabildo abierto en la flamante ciudad de Buenos Aires, forjaba las raíces fundantes del nacimiento de la nación argentina.

Tras la invasión en 1808 de Napoleón Bonaparte a España, y la disolución de la Junta Central de Sevilla al año siguiente, las colonias dependientes de la corona española en América vieron detrás de la acefalía una auténtica oportunidad de emancipación.

Entre 1808 y principios de 1810, las fuerzas francesas de Napoleón Bonaparte lograron ocupar casi toda España. Las primeras reacciones en América ocurrieron en 1809, cuando estallaron revoluciones criollas en Quito (Ecuador), Chuquisaca y La Paz (Alto Perú) que rápidamente fueron disipadas por las fuerzas realistas aún presentes en el continente americano.

La noticia de la disolución de la Junta de Sevilla tuvo en Buenos Aires un impacto similar al de otras ciudades de la región. Los criollos se movilizaron y le exigieron al por entonces virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros que convocara a una reunión extraordinaria de vecinos. El 22 de mayo de 1810, más de 250 personas se congregaron en Cabildo abierto y decidieron dejar sin efecto la autoridad competente de Cisneros como virrey.

Dos días más tarde, el 24 de mayo se gestó un primer intento de Junta de Gobierno, pero con mayoría de ciudadanos españoles y el exvirrey como presidente de la Asamblea. La mañana del 25, un grupo de criollos revolucionarios se presentó ante la Junta y exigió, ante una colmada Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo), la renuncia de Cisneros, la conformación de una nueva administración: así nacía la Primera Junta, integrada en su mayoría por nacidos en el ex Virreinato del Río de La Plata.

Del primer gobierno patrio, cuyos integrantes juraron fidelidad al Rey Fernando VII, prisionero de Napoleón en España, formaron parte: Cornelio Saavedra, en calidad de presidente de la Junta, Mariano Moreno y Juan José Paso, como secretarios, y Manuel Alberti, Domingo Matheu, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Juan Larrea y Manuel Belgrano, en el rol de vocales.

Se generó una rivalidad entre Saavedristas vs. Morenistas: los criollos moderados, liderados por el presidente Cornelio Saavedra, no creían prudente la independencia total de España, al tiempo que los criollos radicalizados, encabezados por el vocal Mariano Moreno, proponían independizarse del Rey Fernando VII, sancionar una Constitución, eliminar los títulos de nobleza, abolir la esclavitud y suprimir los tributos que abonaban los indígenas.

Por el rechazo de los realistas que desconocían la autoridad de los criollos, los representantes de la revolución enviaron expediciones al Alto Perú, la Banda Oriental y a la Intendencia del Paraguay. Al mismo tiempo, los representantes de los diversos cabildos solicitaron su incorporación a la Primera Junta de Buenos Aires, lo que dio origen a la Junta Grande: de la nueva estructura de poder participaron veintitrés diputados enviados a la metrópoli porteña.

Para cerrar recordamos las palabras de Mariano Moreno en su discurso al asumir:

Este cambio  presente no debe limitarse a suplantar a los funcionarios públicos e imitar su corrupción y su indolencia. Es necesario destruir los abusos de la administración, desplegar una actividad que hasta ahora no se ha conocido, promover el remedio de los males que afligen al Estado, excitar y dirigir el espíritu público, educar al pueblo, destruir o contener a sus enemigos y dar nueva vida a las provincias.  Si el gobierno huye de sus obligaciones sigue las huellas de quienes nos precedieron, conservando su alianza con la corrupción y el desorden, hará traición a las justas esperanzas del pueblo y llegará a ser indigno de los altos destinos que se han encomendado en sus manos”

El camino hacia la independencia definitiva se logró después de sucederse diferentes formas de organización política, que incluyeron dos triunviratos y hasta la delegación del poder en varios directores supremos, la Revolución de Mayo debió esperar hasta que el 9 DE JULIO DE 1816 se diera la DEFINITIVA SANCIÓN DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL.

Palabras elaboradas por el área de Economía y Administración.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario